martes, 20 de enero de 2015

Presentación del blog

Foto pillada porai.

Hola a todos y todas. Hoy he creado Pantalones de Vainilla, un pequeño rincón donde expresarme de forma ajena a las miradas aviesas de la gente de la calle. Sinceramente, Internet es como una inmensa ciudad formada por redes y códigos por la que solamente podemos circular estando al otro lado de una pantalla; una pantalla que es como el cristal de una escafandra de buzo. Como seres inteligentes que somos, podemos preveer lo que hay al otro lado del cristal, incluso podemos leer entre líneas y descifrar más allá de lo que se ve a simple vista... No obstante, siempre estaremos dentro de nuestra escafandra, en parte ajenos, de lo que nos rodea en internet.
Si tuviese que definirme con una palabra, esa palabra sería Troll.
He disfrutado haciendo daño a gente a través de la pantalla de un ordenador. Soy un mal ciudadano. Y lo peor de todo es que no me arrepiento, pues el karma me cobró por adelantado, y sigue cobrándome por todo aquello cada día, pues pienso seguir (y seguiré) provocando el caos por dónde pase.
Pero hasta para el rey de todos los Trolls llega ese fatídico día en el que se sienta en su trono de huesos, en lo alto de su gran montaña de inmundicia, y se plantea: ¿Y si el mundo fuese un poco más dulce?
Así que he decidido abrir las puertas de mi repugnante castillo de maldad y oscuridad, plantar unas cuantas vainillas entre los tablones podridos del salón e invitar a cualquier internauta despistado a tomarse un té de vainilla mientras lee las confesiones y reflexiones de este retorcido Troll que busca crear un espacio en el que tanto la gente normal como el resto de Trolls de internet se sientan cómodos.

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